Una ducha para empezar el día

Había sonado el despertador en mi habitación, y me había despertado con la ropa puesta. Una ducha era lo mejor para despejarme, había dormido bastante mal y debía estar fresco para las clases.

Dejé la ropa y la toalla en un perchero, me desnudé y me metí bajo el chorro de agua, dejando que me cayese sobre la cara.

komo aun no me abia situado muy bien en el internado entre entre por un puerta i vi a a un chico duxandose casi me da un infarto me kedew muda sin palabras