Instalandome

Abrí la puerta de mala gana y tiré mi maleta al suelo y me dejé caer en la cama. Mi madre me siguió y se puso delante de mí.
-¿Qué? -le dije con mirada desafiante.
-Ya hemos hablado de esto Laura. Haberlo pensado mejor antes de buscarte a esos amigos tan irresponsables y a ese... Miserable que tenias por novio.
Me incorporé de un salto y me encaré a mi madre.
-No vuelvas a nombrarle, ¿me oyes? Y menos de ese modo. Ya estoy aquí, ¿no? Ya lo has conseguido, ahora lárgate mamá. No quiero verte.
Mi madre suspiró y se fua hacia la puerta, iba a cerrarla trás ella pero antes se volteó para seguir torturandome.
-No vuelvas a llamar a tu padre con cuentos chinos, la decisión está tomada. Suerte Laura.
Y cerró la puerta sin más.
Yo volví a tirarme en mi cama derrotada. Quería morirme.

Me cansé de estar tirada en mi cama así que decidí salir a ver la carcel donde me habían metido, quizá encontraria algo interesante, o algún sitio por donde escapar.

Salí de mi habitación dando un fuerte portazo.

Entré un poco más serena que las otras veces.
Aun tenía las cosas patas arriba, así que decidí ponerme a ordenar un poco mis cosas.

Abrí mis maletas y saqué toda mi ropa, libros, cd's y todo lo demás.

Abrí el armario de par en par y después eché un vistazo al montón de ropa que tenia sobre mi cama.
Me rasqué la cabeza -Dios... ¿por donde empiezo?
Miré en el prestache de arriba y vi que había un par de mantas, estiré de ellas para sacarlas de ahí, me caí al suelo y algo, aparte de las mantas, golpeó fuertemente mi cabeza.
-Au! -miré al suelo y encontré un broche esmeralda, no muy de la época. -Y, ¿esto? Alguien debió dejarlo olvidado aquí... -me encojí de ombros y me lo puse en el lado opuesto al sello de mi uniforme.

Después terminé de guardar la ropa y arrglar lo demás y me acosté en la cama mirandome el broche.

Estube un largo rato mirandolo curiosa -Que extraño... ¿Que hago me lo quedo? Mmm... Quizá deba darselo al director para que se lo de a su propietario... O no... La verdad es que no es de mi estilo... Pero no está mal... -mis tripas sonaron en ese momento. -Oh Dios mio me voy a morir de hambre... -me volví a colocar el broche y salí al comedor.

Entré en el cuarto con la chica nueva.
-Este es tu cuarto. Dormimos tú, yo y una chica a la que nunca he visto por aquí. Por cierto, soy Laura. -le estendí la mano

Al entrar miré la habitación de una punta a otra.
- No esta tan mal esto no? .sonrei. -Yo me llamo Marta
Dije presentandome y volví a sonreir.

Tenia ganas de ver como era mi nuevo "hogar"
-Laura yo voy a ir a ver un poco como es esto .sonrei. gracias por enseñarme donde dormire! .volvi a sonreir agradecida y despes de dejar las maletas, sali.

Me despedí de Marta y salí.