Recien llegado

Al final lo había conseguido. Después de todos los intentos fracasados de mi padre por apartarme de mi sueño había terminado por colmar su paciencia.
Ahora me veía en la entrada del Internado Laguna Negra, con la maleta en una mano y una bolsa con un -todo hay que decirlo- horrible uniforme que tendría que llevar todos los santísimos días en aquella cárcel.

Si se miraba por el lado bueno, al menos me libraba de aquella excesiva sobreprotección materna y de aquella indiferencia paterna. Aunque estaba encerrado en medio de un bosque, se podría decir que me sentía libre por primera vez.

Seguí allí clavado, con mis cosas, hasta que alguién interrumpió mis pensamientos...

Un niño pequeño me miró con el ceño fruncido. Le aguanté la mirada y acabó yendose corriendo.
Cojí a peso la maleta y me encaminé a buscar mi habitación.
La vida que hasta ahora conocía iba a cambiar radicalmente.

vi a un chico con maletas y me acerque a saludarle con un miedo insoportable

-Hola...

Miré con curiosidad a la chica que acababa de saludarme. La primera persona con la que hablaba en el internado.
-¿Qué tal? Me llamo Joaquín-dije con una de las mejores sonrisas de mi repertorio-obviamente acabo de llegar-puse los ojos en blanco señalando las maletas.

soy Emma llegue hace pocos dias y tampoco conozco a mucha gente.

-Vaya, pues ya somos dos-dije riendo. Alcé las cejas, parecía bastante cortada-Oye, no seas tímida, no te voy a comer.

Ya, pero yo soy bastante timida para conozer gente nueva

si quieres te ayudo con las maletas no tengo nada mejor que hacer.

-Vaya, pues no te preocupes. Cada uno es de una manera, a mí por ejemplo, me encanta hablar con chicas guapas-dije con una amplia sonrisa. Quizás el cumplido ayudaría a que se soltase, o quizás la cortaría aún más.-Muchas gracias-dije refiriéndome a lo de las maletas-aunque no puedo permitir que te cargues de peso.

-No si no me importa llevarle las maletas a chicos tan guapos .

Sonreí ampliamente ante su cumplido.
-Aún así insisto, no sería caballeroso por mi parte-me paré un momento a pensar-Aún no conozco mucho esto, pero ¿qué te parece si quedamos después de clase en los jardines? Sólo si tú quieres...

-a mi me parece bien.
le sonreí

Una sonrisa iluminó mi rostro.
-Genial. Voy a mi habitación, a soltar las cosas. Nos vemos allí después de clase.-le guiñé un ojo.

[¿Abro tema?]

vale..
(ok)