Sentada en una mesa

Entré y me senté en una mesa revisando un libro que mi padre me dejó en la maleta antes de irme de casa.
No parecia nada interesante, lo ojeé por encima.

Leí el titulo como ochenta veces, y aunque las recomendaciones eran buenas, no me motivaba a leerlo...
Lo dejé a un lado y apoye la cabeza sobre la mesa. Algo me pincho en el pecho. -Au! -Me volví a incorporar y me di cuenta de que el broche se me había abierto y me había pinchado. Me lo quite y lo deje en mis manos mientras lo observaba otra vez.

Negué con la cabeza y volví a ponerme el broche.
Cojí mis libro y salí.

Entré con Julia al aula y cerré la puerta detrás de mí. -Bueno ya habrás supuesto que no tenías ninguna llamada. ¿Que pretendía ese tio?

Entré trás ella y le miré.-No se. Me dice: Sabes que eres muy guapa?. Me he quedado con un jeto...En fin. Y luego lo que has visto...Que en fin, era un escusa para llevarme al huerto.-sonreí para tranquilizarla.

Negué con la cabeza -Y, ¿eso de que no sería la primera vez que te violan?

Era para que me dejase en paz. Tu me cres capaz?.-Me senté en una mesa y le indiqué que se sentase a mi lado.

Me senté a su lado. -Hombre a ti no, pero a cualquier hombre sí el voe capaz de violarte, Julia. Cuando lo dijiste creí que lo habían hecho...

Negué con la cabeza.-No te tomes al pie de la letra todo lo que yo diga, porque ya sabes como soy. De todos modos, de que hablabais antes de que llegase yo.

Me encojí de hombros -De nada en especial. Me pareció simpático en un principio e inofensivo... Me contaba que es amigo de Hector y que trabajaba aquí porque lo necesitaba...

Alcé un ceja.-Verás en el lio que me voy a meter cuando salga del estado shock.

-De eso nada, ese tio creo que está loco, deberías hablar con Hector.

-Vamos, no vayas a permitir que ese te maneje a su antojo, Julia...

Negué con la cabeza y sonreí.-Que va...Ni de coña. Además, a mi no me cuadra que sea amigo de Hector...

-No si después de lo que pasó contigo no me imagino a Hector con amigos de ese tipo... No sé...

Negué con la cabeza -No, no le he visto desde que despertó... Me da noseque... Me siento bastante culpable por lo que le pasó ya sabes...

-Ya... No sé, supongo que dentro de un rato pasaré a verlo... -sonreí- ¡Por cierto! Te he estado buscando por todo el internado! Mira -saqué el broche de mi bolsillo- Lo he encontrado.

Miré el broche.-Por fin! Dónde estaba?.-La miré a ella.

-Pues... Parecerá increible pero lo encontré sobre la almohada, creí que igual tú lo habías encontrado y lo habias dejado allí, o Roque.. Pero él es imposible...

Negué.-No, yo no fuí. Sigues sin saber que o de quien es no?

-Ni idea... Además es raro... Yo no he econtrado el broche, el me ha encontrado a mí. Tiene poderes! -dije poniendo cara de sádica. Después solté una carcajada.

Comencé a reí ante su ocurrencia.-Bueno....-me serené un poco.-Te parece que vallamos al comedor? Me muero de hambre...