Conociendo gente nueva [tema para Emma]

El tiempo había pasado muchísimo más rápido de lo que pensé. Quizás era que el ambiente nuevo de clases, profesores, compañeros e incluso asignaturas -jamás me había imaginado en una escuela con esgrima e hípica- me entusiasmaba hasta tal punto que olvidaba que todo eso en menos tiempo del que me gustaría acabaría convirtiéndose en monotonía.

Por su puesto, no había olvidado que después de clase tenía un compromiso, que se podría denominar algo parecido a una cita con Emma, a la que prácticamente acababa de conocer.
Y más puntual de lo habitual, llegué a los jardines y me senté en un banco a esperar. El día había sido caluroso, pero ahora que el Sol estaba bajando las temperaturas eran mucho más templadas, y para acompañarlas soplaba de vez en cuando una brisa de lo más agradable.

Inmerso en mis pensamientos, ni me percaté de que mi acompañante acababa de llegar...

me sente a lado suyo sin que se diera cuenta y le dije al oido
-hola!
y le dedique una sonrisa alegre

El sobresalto fue leve, pero suficiente para que estallase en carcajadas. Además, su voz en mi oído me produjeron escalofríos.
-No te había visto llegar-dije con una amplia sonrisa.-¿Qué tal todo?

- muy bien. I a ti?
Sin darme cuenta clave mis ojos gris azulado en los suyos azul oscuro.

-Genial, me está gustando mucho este lugar-al parecer su timidez había desaparecido casi por arte de magia. Traté de aguantarle la mirada, clavando mis pupilas en las suyas.-¿Qué fue de tu timidez?-dije sonriendo, refiriéndome a su capacidad para aguantarme la mirada.

Deje de aguantarle la mirada pensando que le havia molestado.
-No se... Me puse nerviosa.

-Que sepas que no me ha molestado en absoluto-dije levantándole la barbilla para que sus ojos se volviesen a encontrar con los míos.-Es más, tienes unos ojos preciosos-dije con una enorme sonrisa.

Le sonreí, y note como mi corazon palpitaba rapidamente al rencontrarme con sus ojos azul oscuro. Me acerque un poco mas a el si decir nada.

La distancia se había acortado lo suficiente como para sentir el golpe de su respiración en mi rostro. Una sensación indescriptible me invadió, y sentí el impulso de acabar con aquella distancia.
Acerqué mi cara lentamente, sin perder en ningún momento el contacto visual; ya no solo por advertir algún indicio de que no hacía lo correcto, sino porque nuestros ojos estaban unidos por algún tipo de hilo invisible. Como dos imanes.

Y así, lentamente, acabé posando mis labios sobre su boca. Para separarme al instante con un interrogante:
-¿Hago mal?-dije con voz dulce.

negue con la cabeza.
Esta vez fui yo la que tomo la iniciativa, y le devolví el beso.

Su reacción me produjo una sonrisa que fue tan efímera que sólo duró el tiempo de que fuese ella la que me besase. Ahora que los dos éramos conscientes de lo que hacíamos, el beso fue más pleno. Comenzó una batalla entre nuestras bocas.

Sujeté sus mejillas con las palmas de mis manos, en un afán de acortar aún más aquella distancia.

le abraze rodeandolo con mis brazos y una sensacion plena de felicidad me invadio.

La primera chica que conoces del Internado y ya te estás liando con ella, gran comienzo, Joaquín.-pensé.
Mientras tanto, el su abrazo me había dado más ánimos de seguir con aquello.
Mis manos se sujetaron firmemente a su cintura, mientras nuestras lenguas seguían enroscándose.

Me separe un momento diciendole con la mirada
¿cres que estamos haciendo lo correcto?

Le devolví la mirada, un tanto serio.
-Quizás no es el lugar adecuado. Que te parece si vamos a mi habitación, no hay nadie. Creo que mis compañeros están de vacaciones, o algo..Sólo si tu quieres.-dije con voz dulce, como había dicho hacía unas horas en la entrada del Internado.

Creo que deveriamos esperar a conozernos un poco mejor.
Solo si tu quieres. Lo ultimo lo dije con el mismo tono de dulzura que el me ponia para convenzerme.

No pude evitar sonreir ante su acertada imitación.
-Puede que tengas razón. ¿Qué quieres saber de mí?

mmm... Porque estas aqui?

Alcé las cejas y reí.
-Muy buena pregunta para empezar-dije sin parar de reir-Bueno-me puse serio de pronto-Según mi padre, por desobediente, rebelde y cabezota-dije imitando los gestos que me hizo, señalándo a Emma como si fuese yo con gesto acusador-y según yo mismo, por querer elegir quién quiero ser en la vida.-antes de que me hiciese más preguntas (no iba a permitir que descubriese mi pasión por la escritura, era demasiado vergonzoso) cambié de tema-Bueno, me tocá preguntar. ¿Y tú? ¿Por qué estás aquí?

Pues mis padres. Hice comitas al aire, me mandaron aqui por ser agresiva con los demas, no hablar con nadie, querer siempre estar sola... etc me rei un poco.
no le conte lo del acidente ni nada de eso.

-Yo no te veo agresiva, de momento-dije con una sonrisa pícara.-ahora estás hablando con alguien-dije señalándome a mí mismo-y tampoco estás sola-clavé mis ojos de nuevo en los suyos. Iniciando otra mirada que hacía hervir la sangre.

Eso era antes..veras mis padres e murieron me adoparon otros y entonces hacia todo eso pero ya no lo hago.

Le miré con el ceño fruncido con comprensión. En realidad debía de ser algo duro para ella.
-Lo siento-dije refiriéndome a todo aquel asunto con sus padres.

gracias...pero creo que porfin lo he superado

-Me alegro.-dije sonriendo con sinceridad.